La necesidad de dinero es una de las frases más repetidas
en esta época de crisis que nos ha tocado vivir: necesito dinero para saldar
una deuda, necesito dinero para abrir mi propio negocio, necesito dinero para
comprar un vehículo, o necesito dinero para darme un capricho. Todos
necesitamos dinero para solventar el día a día pero la banca tradicional nos exigen
tantos trámites que acabamos mareados y con
la certeza absoluta de que nadie que necesite dinero los logra cumplir. Requieren
una economía saneada, avales y trabajo… que si tuviéramos eso no necesitaríamos
solicitar un crédito. Absurdo pero indiscutible.
Es cuando decidimos buscar otras entidades financieras
más accesibles y urgentes. La mayoría suelen ofrecer un servicio online rápido
y eficiente, por lo que en unas escasas gestiones, conseguiremos un préstamo
personal con suficiente celeridad, de una manera segura y directa. Yo os
recomiendo visualizar esta página para
mayor información.
Sí, yo necesito dinero y deseo pedir un crédito, ¿qué debería tener en cuenta?
En primer lugar, le recomendamos que lea toda la
información de la entidad del préstamo y que sea consciente de su propio estado financiero y
las posibilidades reales de hacer frente al pago.
Existen dos tipos de préstamos:
1.- Préstamos rápidos: son una forma rápida y fácil de conseguir
dinero rápido y suele pedirse como anticipo de la nómina hasta el siguiente día
de cobro, o por necesitad de efectivo para realizar una compra grande ( tipo
Navidad), o simplemente pagar algún imprevisto. En todo momento debemos ser
conscientes de que las tasas de interés de estos tipos de préstamos son más altas y el
tiempo de reintegro es relativamente inferior.
La tramitación del préstamo, suele variar entre 10
minutos y 60 minutos. Y una vez aceptada dicha petición, nos ingresan el dinero
a nuestra cuenta en pocos minutos.
2.- Préstamos de consumidor: esta opción es adecuada si
se requiere una cantidad de dinero más alta porque los intereses son inferiores
y tenemos la posibilidad de devolver en un periodo más largo de tiempo. El
inconveniente de este tipo de préstamos es que no es tan rápido como el otro. Suele
variar unas cuantas horas y uno o dos
días. En cualquier caso, es bastante más rápido que un crédito tradicional.
Todas estas empresas, aunque han existido siempre, con la
crisis económica y la negativa de la banca tradicional a prestar dinero
asumiendo el mínimo riesgo, ha abierto las puerta a la creación de nuevas
entidades menos restrictivas, adecuadas a la situación actual. Muchas familias
y empresas han salido adelante gracias a ellas, y aunque los intereses sean
mayores, sin duda porque son entidades más pequeñas a la banca tradicional, no
debemos olvidar su apoyo social en tiempos difíciles.