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jueves, 14 de mayo de 2015

¿Por qué a veces una tostadora te cambia la vida?

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¿Por qué a veces una tostadora te cambia la vida?

A veces en la vida hay que cambiar de dirección y no para seguir un nuevo camino, sino para poder seguir con el que teníamos. Nunca os ha pasado que os levantáis un día y ya nada es igual? Ni el café sabe a café, ni el pan a pan, ni la mantequilla a mantequilla. Al principio, creeréis que se trata (pobres ingenuos), de un virus estomacal y que pasará pero conforme avanzan las horas y luego, los días todo seguirá igual. Todas las cosas a tu alrededor parecen desalmadas y la tristeza, poco a poco,  se abrirá camino en tu interior.

Es el momento de no esperar más, de un cambio, de renovarse o morir… Si, morir. Morir por dentro. Es la peor manera de morir. Y podéis llamarme dramática y lo que os apetezca, en el fondo me entendéis porque esta no es una situación que me haya inventado yo. Ocurre con cierta frecuencia a cualquiera, sin excepciones.

Yo suelo echar mano del feng shui: recolocar los muebles como si por dentro me recolocase a mí misma, comprar cosas nuevas, cambiar la vieja tostadora, esa que tiene los cables pelados de tanto andar enchufando y desenchufando y que en vez de tostar, electrocuta las tostadas cada mañana, y quizás también la depiladora, esa que creías moderna y a la última y descubres que ahora, las nuevas te dan masajes anti-dolor y tienen visión light (de luz no de bajo en nada), para que se vean incluso el vello rubio que ni sabíamos que teníamos. En fin, somos seres complicados, y  cada uno tiene su método, en esta web yo me “descomplico”. Es una tienda que también vende online desde electrodomésticos a ropa y complementos. Todo lo preciso para una renovación del hogar sin mucho esfuerzo, si quiero, hasta sin moverme de casa. Es que cuando estoy así, necesito girar y girar pero sin marearme mucho.


Y tampoco es que de repente me entre la fiebre del consumo, la que si se consumía era yo,  estar parada, permanecer igual siempre, como anclada en el tiempo. ¿Sabéis lo que hace el águila? El águila vive 70 años, casi como nosotros los monitos espabilados, con la salvedad de que a los 40 años, estas impresionantes aves toman una terrible decisión… renovarse o morir. Sus uñas están comprimidas y son demasiado flexibles, hasta el punto de no conseguir asir a las presas que le sirven de alimento. Su pico se curva, y apunta contra su propio pecho. Sus alas están viejas y pesadas. Volar, cada día se hace más difícil. Entonces,  solo tiene dos opciones: morir o enfrentarse un desgarrador proceso de renovación que durará 150 días.
En este proceso el águila se aísla en un nido colindante a un paredón que le servirá como instrumento contra el que se arrancará el pico, golpeándoselo, una y otra  vez. Después esperará a que le salga un nuevo pico con el que se arrancará todas y cada una de las uñas. Por si no fuera suficiente, con las nuevas uñas se desplumará a sí misma y esperará, tranquilamente en el nido, a que salgan y poder volar, siendo entonces una ave nueva  para  realizar el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años de vida más.


Supongo que soy águila vieja de cuando en cuando y también tengo la necesidad de deshacerme de cosas inservibles que solo conservaba por debilidad y el mal llamado cariño. Hay que saber enterrar las cosas y cambiar… y es que, a veces, una tostadora te cambia la vida.