Lewis Carroll: surrealismo infantil

LEWIS CARROLL: SURREALISMO INFANTIL

LEWIS CARROLL: SURREALISMO INFANTIL. Cuenta la leyenda que una tarde Lewis Carroll paseaba en un bote con la hija de unos amigos, Alice Liddlel. Ante la observación de la inocencia de la niña, sintió tal inspiración que al terminar el paseo, comenzó a escribir una obra que cambiaría para siempre la historia de la literatura infantil.

La publicación del libro significó la victoria de la teoría única que Lewis Carroll definió y adoptó en Alicia en el País de las maravillas y. posteriormente, continuó en Alicia a través del espejo. A partir de ese momento (1832), se asumió una postura más inteligente a la hora de idear literatura infantil. Hasta la fecha, había formado parte de una subliteratura B, en la que, para nada, se había tenido en cuenta las necesidades, tanto de aprendizaje como de entretenimiento, del público a quien iba dirigida.

A Lewis Carroll se le podría considerar un visionario. Desde el primer momento se puso en la piel de sus lectores sin arraigarse a antiguas tradiciones que habían pretendido enseñar con el temor. Su postura fue enseñar desde la imaginación y la diversión, adaptando una buena literatura para los niños. En una entrevista el autor afirmó: "¿Y de qué sirve un libro sin dibujos ni diálogos?". Sin lugar a dudas, eso mismo sería lo que hubiera dicho un niño.

Esa tendencia fue adoptada y recuperada por otros autores de la LITERATURA UNIVERSAL: L. Frank Baum (Mago de Oz), J.M. (Peter Pan), Carlo Collodi (Pinocho), etc.

"No sé si Alicia en el País de las Maravillas fue una historia original; al menos yo no era consciente de estar imitando a nadie cuando la escribía."LEWIS CARROLL. LEWIS CARROLL. LEWIS CARROLL.

Lewis Carroll: surrealismo infantil. LEWIS CARROLL: SURREALISMO INFANTIL.

Lewis Carroll: surrealismo infantil

La obra de Lewis Carroll está basada en un surrealismo paradigmático, en la cual algunos matemáticos y psicólogos, han querido ver una solapada crítica negativa a la reina Victoria y las costumbrres victorianas. 

Alicia en el País de las Maravillas describe una historia creada, básicamente, a través de juegos de lógica. Hecha de una forma tan distintiva como sorprendente, que ha llegado a tener notoriedad en los más variados círculos, yendo su popularidad desde niños a adultos, desde que se editó por primera vez, hasta la actualidad.LEWIS CARROLL. LEWIS CARROLL. LEWIS CARROLL.

Lewis Carroll: surrealismo infantil

 Lewis Carroll: surrealismo infantil 

• Se han hecho inumerables películas basadas de esta obra, las más conocidas son:
• Alicia en el País de las Maravillas (Walt Disney-1951)
• Las Aventuras de Alicia (1972, William Sterling)
• Alicia en el País de las Maravillas (serie animada de coproducción germano-japonesa entre Nippon Animation y Apollo Films)
• Alicia en el País de las Maravillas (1985, Harry Harris)
• Alicia (1988. adaptación cinematográfica checa de Jan Švankmajer)
• Alicia en el País de las Maravillas (también de 1988, Rich Trueblood)
• Alicia en el País de las Maravillas (1999, adaptación dirigida por Nick Willing)
• Alicia en el País de las Maravillas (2010, Tim Burton)LEWIS CARROLL. LEWIS CARROLL. LEWIS CARROLL.

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La Isla de Ellis, la miseria del inmigrante

La isla de Ellis

La isla de Ellis es famosa por las fotografías de SHERMAN. La isla Ellis es un pequeño islote situado en el puerto de Nueva York, en la zona superior de la bahía próxima a Nueva Jersey.

Las tribus indias locales se referían a ella como Kioshk o Gull Island, durante la etapa de colonización, se conocía como Ostery Island. Su denominación actual, se remonta a 1770, cuando Samuel Ellis se convirtió en su propietario.

Posteriormente, se convirtió en la principal aduana de la ciudad. El puerto de Nueva York fue el elegido por una mayoría de los inmigrantes. Los pasajeros de primera y segunda llegaban a puerto y pasaban unos controles suaves.

Para los de tercera el final del viaje era muy diferente: eran llevados a la isla de Ellis y allí tenían que superar una serie de estrictos controles médicos y legales. Solo después de superar este paso, tenían acceso. Lo habitual era pasarlo en unas cinco horas. En este tiempo, eran inspeccionados, admitidos y luego ya podían viajar a su destino final dentro de EEUU. Sin embargo, en ciertas ocasiones, cumplir con estos trámites, llevaba días.La Isla de Ellis, la miseria del inmigrante.

LA ISLA DE ELLIS

La isla de Ellis

Unos 12 millones de personas pasaron por la isla de Ellis y sólo el 2% no superó los exámenes de entrada. Pero este 2% también cuenta. Son los que la hicieron famosa. La Isla de Ellis tiene una fama trágica. Sus muros cuentan historias terribles: miles de personas que llegaron allí, para ver cerrarse la puerta de la tierra prometida y volver al punto de partida tras un viaje muy duro.

En 1965, fue declarada parte del Monumento Nacional que conforma la Estatua de la Libertad. El edificio principal es un museo, y está dedicado a la memoria de aquellos inmigrantes de tercera clase y al papel que la isla tuvo durante el transcurso de la inmigración masiva de los siglos XIX y XX.

Muchos fotógrafos se sintieron atraídos por el interés humano y el valor informativo de la escena. Pero fue un fotógrafo aficionado, Augustus Sherman, el que tuvo acceso a los sujetos con mayor potencial para su cámara. Todos necesitaban algo para salir de la isla: dinero, billetes de viaje, escolta…, y algunos de estos inmigrantes podían haber sido persuadidos y posar para SHERMAN, ataviados con sus mejores galas de fiesta o trajes nacionales. Las fotografías fueron publicadas en National Geographic en 1907. Durante décadas permanecieron colgadas en la sede del Servicio de Inmigración federal, de Manhattan. Existe unas cartas inquietantes: sugieren que el Comisario General de Inmigración dio copias de fotografías de Sherman a los visitantes oficiales de la isla como recuerdo.La Isla de Ellis, la miseria del inmigrante.

Eran otros tiempos, sí, pero el mal gusto es atemporal. 

Fuente: New York Public Library.
FOTOGRAFÍAS: Colección de William Williams, Comisario General de Inmigración, hechas por Sherman. NYPL Digital Gallery.
LA ISLA DE ELLIS

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Oídos sordos

 

Oídos sordos

Qué no corren buenos tiempos… ya ni siquiera es noticia. Lo hemos aceptado como se acepta las cosas irremediables, que suceden porque tienen que suceder sin que nada ni nadie pueda evitarlo, como el pan de cada día y amén. Esto no es ni del todo malo ni del todo bueno. Ayuda a afrontar el día a día con  prudencia y el suficiente ánimo pero también nos puede dejar encerrados en un cascarón que con el tiempo nos causará dolor e infelicidad.

Hay que mirar al frente y de frente sin que se nos escape ningún detalle que suceda a nuestro alrededor. Si dejamos de mirarnos el  ombligo, veremos a los demás, qué ya sabemos que hay gente que no merece la pena mirar, pero hay otra que lo merece todo.

Hoy por cuestiones de trabajo conocí una fundación: http://www.fundacion-ayuda-a-la-audicion.org y fue una bocanada de aire fresco. Y si, qué yo sé que todavía hay gente buena, ¡porque vivamos en un país donde reina la corrupción no voy a perder la fe en la humanidad!, pero de vez en cuando me hace falta que me lo recuerden. Seguro que es porque soy humana. Fallo mío. Podía intentar cambiar, insensibilizarme como han hecho todos los que nos pisan con cara de asco, como si nuestras vidas y problemas diarios no fuesen más que un incómodo chicle pegado a las suelas de sus carísimos zapatos, pero no puedo.

Es que yo soy una de esas personas que se emocionan con las pequeñas cosas de la vida: una flor, un beso, un apretón de manos, una sonrisa, un gesto solidario… nunca me arrepiento, aunque siempre me despierte sin saber qué pasa, chupando un palo sentada sobre una calabaza.

Si bien la vida ya me ha enseñado a distinguir entre los problemas que no tienen solución, aun no me ha dado la sabiduría para arreglar ni la mitad de los que la tienen, normalmente acabo metiendo la pata hasta el fondo y un poquito más, sí, sí, es esa horrible postura en la que no se puede ir más allá ni, por supuesto, retroceder porque no hay ningún sitio donde ir a menos que me salgan alas y pueda ir hacia arriba. Y allí sigo hasta que alguien pasa por mi lado y me tiende una mano. Pues esto, a groso modo, es lo que realiza esta fundación. Tender manos.

Algunos sectores de población son más frágiles que otros y deben protegerse más para no caer en un aislamiento parcial o total. Es muy duro vivir sin un sentido, en este caso, la audición. Pero es más duro vivir sabiendo que tiene solución y que no la puedes pagar. Esto sí que es un sin sentido.

Os invito a que conozcáis su labor, aunque no tengáis ningún déficit de audición, también ayudan a prevenir el corazón duro y los oídos sordos. OIDOS SORDOS. AUDIFONOS. PÉRDIDA DE AUDICIÓN.

Fotografia: Autor desconocido. Agradezco cualquier información para darle su merecida autoría

Fo

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Nicola Yeoman, el embrujo del arte con objetos mundanos

Nicola Yeoman, el embrujo del arte con objetos mundanos

Nicola Yeoman es un fotógrafo que crea instalaciones de crípticos alterando y reordenando los objetos mundanos. Sus obras están realizadas a menudo en edificios abandonados o en el exterior, así que sus creaciones son efímeras: viven, tan solo, en forma de fotografías que se convierten en obras de arte por derecho propio.

Aparentemente, puede parecer que sus obras son montajes fotográficos. Son solo fotografía tomadas desde el ángulo perfecto, hechas después de un arduo y minucioso trabajo. En muchas de las piezas de Nicola Yeoman explora la tipografía. Amontona y cuelga sillas de madera que vistas desde un ángulo específico, su disposición caótica, forma la letra "D", con su espacio negativo.

Para la letra "X" astilló, de forma violenta, las tablas del suelo de madera. Cada astilla, vista desde cerca, es una obra de arte. Una vez más, un punto de vista concreto es necesario para ver la forma

Su la letra "T", inglés antiguo, se compone de aire, luz y láminas drapeadas de tela pura en medio de un bosque de niebla. Aunque rara vez crea instalaciones en los lugares donde el público tiene acceso, Nicola Yeoman busca lo insólito de lo mundano. Para crear una atmósfera ideal para causar impacto visual y emocional. La detallada documentación de cada fotografía nos transporta a estas escenas inquietantemente hermosas.NICOLA YEOMAN, ARTE, EMBRUJO.

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